En 1977, gracias al esfuerzo de ilustres tachirenses, San Cristóbal se convirtió en la primera ciudad de Hispanoamérica en albergar los Campeonatos Mundiales de Ciclismo de pista y ruta, ganando la sede a grandes potencias ciclísticas como Bélgica, China, Francia y Alemania, que también aspiraban a organizar este magno evento, el cual reunió a 61 países y 800 deportistas.
El campeonato en ruta culminó con la medalla de oro para el italiano Francesco Moser, quien montaba una bicicleta Benotto, modelo 3000, que a partir de entonces fue bautizada como Águila del Táchira.
La historia de Benotto se remonta a Turín, Italia, en 1931, cuando Giacinto Benotto fundó la pequeña empresa. Según la enciclopedia libre: en 1948, poco después de la Segunda Guerra Mundial, miembros de la familia Benotto, motivados por las noticias sobre la bonanza económica de Venezuela, establecieron una sucursal de Benotto en el país. Así, a mediados de ese año llegaron al puerto de La Guaira con 200 bicicletas y el objetivo de expandir su marca europea en el nuevo continente.
En solo unos meses, muchos venezolanos, especialmente en el interior del país, adoptaron la bicicleta como medio de transporte. El negocio resultó ser un gran éxito. Más tarde, los hermanos menores de la familia se trasladaron a Venezuela para unirse al negocio, comenzando a trabajar en un sótano alquilado cerca de la esquina de Gradillas.
Además de sus responsabilidades empresariales, uno de los hermanos, Felice, se involucró en el ciclismo local, apoyando la preparación de jóvenes promesas venezolanas. Desde ese momento hasta su prematura muerte, dedicó su vida al ciclismo, siendo homenajeado póstumamente como “Pionero del ciclismo venezolano”.
No obstante, reconociendo el potencial del mercado mexicano y su ubicación estratégica, en 1952 decidieron expandirse allí, concentrando todas sus operaciones en México a partir de los años ochenta. Actualmente, producen medio millón de unidades anuales y sus bicicletas han obtenido 11 campeonatos mundiales. Sin embargo, fue en Venezuela, con la emblemática Águila del Táchira, donde la marca vivió su momento más glorioso.
Águila del Táchira es una obra de arte clásica de las bicicletas italianas, hecha a mano con el cuidado de maestros artesanos de gran experiencia, usando uniones, caja central y corona de horquilla de microfusión y soldada con plata y bronce a baja temperatura para obtener alta resistencia. Además de estas características, esta bicicleta de 9 kilogramos ha conquistado las pistas y los corazones de los amantes del ciclismo.
Por estos motivos, esta bicicleta se convirtió en la preferida del ciclismo de ruta en los años ochenta y en un objeto de culto para conocedores y coleccionistas. Tanto es así, que 40 años después de aquel triunfo mundial, Benotto produjo una reedición especial de la Águila del Táchira con 100 exclusivos cuadros numerados.
La importancia de la Águila del Táchira para Benotto es tal, que incluso en su página principal se puede leer:
“Poseer una bicicleta Benotto significa tener el placer de pedalear en la historia del ciclismo mundial, en la memoria de quienes hasta hoy llevan el Águila del Táchira como un símbolo”.
Referencias webs consultadas:
- Benotto Bicycles. (n.d.). Historia. Benotto Bicycles.
- Bicicletas Benotto. (2024, 16 de enero). Wikipedia, La enciclopedia libre.
- Movo Novo. (n.d.). Benotto Águila de Táchira 1977. Movo Novo.
- Villamizar, G., & Díaz León, R. (n.d.). Campeonatos Mundiales de Ciclismo de 1977. En J. E. Becerra Golindano (Ed.), Mundial 77. Blog