Para entrar en el contexto del artículo que nos atañe, debemos de realizar una marcada diferenciación entre lo que es, la Política Internacional y la Política Exterior que, aunque parezcan conceptos similares, los separa una delgada línea entre, la proyección política del Estado y la política interna que se pueda proyectar hacia el exterior, es decir, en el marco de una Política Internacional prelan las decisiones políticas internas, asociativas hacia el exterior, en cambio la Política Exterior va más encuadrada en los aspectos de las Políticas de Estado de una determinada Nación.
En el caso que vamos a estudiar, nos concierne el del análisis y estudio de la Política Exterior del Nuevo Ideal Nacional que, en todos sus aspectos, formó parte, aunque pueda parecernos lo contrario, de la Política de Estado de Venezuela durante el período de 1952 a 1958, es decir, una doctrina basada en ciertas transformaciones, no solo físicas y culturales sino que, las mismas formaron parte de la estructura del Estado venezolano y que fue, inclusive, encuadrada en la Constitución de 1954.
Durante el gobierno constitucional iniciado el 19 de abril de 1953, el entonces Coronel Marcos Pérez Jiménez puso en práctica un plan de gobierno encuadrado en una doctrina política, estructurada tanto por él como por un gran ideólogo y Ministro de Relaciones Interiores como lo fue el Dr. Laureano Vallenilla Planchart además de un gran equipo científico-técnico y político, denominado el Nuevo Ideal Nacional. En el Artículo Nº 1 de la Constitución de la República de Venezuela, aprobada el 11 de abril de 1953 reza lo siguiente:
“La Nación venezolana es la asociación de los venezolanos en un pacto de organización política con el nombre de República de Venezuela, que se rige por los principios de Gobierno Federal, democrático, electivo, representativo, responsable y alternativo y que es independiente y libre de toda dominación o protección extranjera. La Nación venezolana proclama como razón primordial de su existencia el mantenimiento de su patrimonio moral e histórico, el resguardo de su dignidad, la conservación y defensa de su territorio y el aprovechamiento de sus riquezas para el bienestar de sus habitantes. La Nación venezolana aspira lograr un sitio cada vez más prestigioso en el conjunto universal, mediante el mejoramiento de su medio físico y de las condiciones de sus habitantes, en un ambiente de armonía entre cuantos conviven en su territorio y dentro de sanos propósitos de cooperación internacional”.
En resumidas cuentas se puede denotar que, el Nuevo Ideal Nacional, consiste en lograr que Venezuela ocupe sitio de honor entre las naciones y que sea una Patria cada día más digna, prospera y fuerte, se fundamenta en nuestra tradición histórica, nuestros recursos naturales y nuestra posición geográfica, tiene por objetivos la transformación racional del medio físico y el mejoramiento moral, intelectual y material de los habitantes del país, posee como doctrina la del bien nacional según la cual, la obra de gobierno, solo se concibe en función de los intereses nacionales.
¿Porque enunciamos una conceptualización de una ideología como la del Nuevo Ideal Nacional para descifrar su política exterior?, Pues la respuesta es muy simple, esta idea, quizá para el entendimiento de la política y de la historia nacional, fue la mejor y más eficientemente aplicada a la realidad de un país como el nuestro, sus basamentos filosóficos y doctrinarios parten de las ideas de los padres de la Nación y, fundamentalmente, del Discurso de Angostura del 15 de febrero de 1819, que según, el Dr. Luis Cova García en su libro Fundamento Jurídico del Nuevo Ideal Nacional (Caracas-1955), se esboza de la siguiente forma: “La idea del bienestar general de todos los ciudadanos en un país ha sido postulada por Bentham, y no puede decirse que sea inexacta, ya que, indudablemente, en el bienestar radican la tranquilidad, la seguridad, el orden y el progreso de los pueblos, siendo estas condiciones esenciales para alcanzar la felicidad de una Nación. Ahí se señala un verdadero fin democrático del Estado, y al logro de ese fin se ha inclinado un magistrado que ha comprendido que el bien de todos es la suprema finalidad de todo gobierno que se inspira en el bien nacional”.
A modo de pie de página, Jeremy Bentham (1748-1832) formuló el enunciado siguiente: “El objetivo último de lograr, la mayor felicidad para el mayor número” dentro de la Doctrina Utilitarista creada por él y que fue usada por el Libertador y Padre de la Patria Simón Bolívar en el mencionado discurso llevado a cabo en Angostura: “El Sistema de Gobierno más perfecto, es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”. Así pues, se puede denotar dentro del marco filosófico y político del Nuevo Ideal Nacional, como Angostura fue el referente marco de esta ideología implementada durante el quinquenio 1953-1958, pero ¿cómo podemos extrapolarlo a la realidad de la Política Exterior? La respuesta es la siguiente, al iniciar la parte referente a los fundamentos de política exterior, se debe conceptualizar un punto referente a lo que es el nacionalismo, el cual es un movimiento que considera la creación del Estado nacional como indispensable para realizar las aspiraciones sociales, económicas y culturales de un pueblo. Busca exaltar los valores intrínsecos de la sociedad basados en la tradición, las costumbres, la idiosincrasia y el valor histórico de la nacionalidad.
En Venezuela, surge un movimiento militar basado en doctrinas nacionalistas que buscaban el interés del Estado como forma de progreso y formación nacional, debido a que, según los líderes de la Junta Militar, entre ellos el Teniente Coronel Marcos Pérez Jiménez, la Nación nunca en su historia había logrado encauzar la voluntad de los padres libertadores de llevar a la República al sitial de honor que merece, es por ello que deviene un sentimiento y fervor nacionalista basado en la tradición histórica, la cultura proveniente de las mezclas del europeo, el aborigen y el africano, las gestas emancipadoras de los padres de la patria y lo que componía la venezolanidad.
Se procederá a desarrollar dos puntos fundamentales dentro de lo que fue el nacionalismo en Venezuela, haciendo una especificación en el periodo de 1952 a 1958, periodo de la presidencia del Coronel Marcos Pérez Jiménez y estos son:
Organización del poder militar y seguridad nacional.
Con base en que las Fuerzas Armadas Nacionales son las garantes del sustento del Estado, quienes tienen el monopolio de la fuerza y, a su vez, garantizan la estabilidad y progreso de la Nación, el gobierno del Coronel Marcos Pérez Jiménez se da a la labor de crear una organización militar basada en, según él en su discurso del 25 de abril de 1954 al Congreso Nacional, en sus sesiones ordinarias, lo siguiente: “Los Hechos evidencian que el Régimen posee una doctrina de acción: la del Bien Nacional, que nació junto con él y que surgió de la institución Armada, la cual se ha dedicado a cumplir con encomiable desinterés la alta finalidad de garantizar el desarrollo de la nación, contribuir al implantamiento de la paz y la seguridad social y consolidar la estabilidad de nuestras instituciones, a la vez que trabaja tesoneramente por perfeccionar su preparación para mantenerse a la altura de las exigencias actuales y, sobretodo, del propósito, que perseguimos de una Venezuela Digna, Prospera y Fuerte”. (Pérez Jiménez, 1954). También destaca que, por la forma tan elevada como nuestra Institución castrense ha respondido a su trascendental misión, por el deseo de superación constante que se observa en todos sus cuadros y por el ejemplo con que su conducta estimula el patriotismo de los venezolanos, desde este augusto recinto le rindo un emocionado tributo de reconocimiento y de admiración como venezolano y como soldado. (Pérez Jiménez, 1954)
De esto citado se infiere que las Fuerzas Armadas Nacionales estaban destinadas a la creación de un sentimiento colectivo en torno al sentimiento de pertenencia de la Nación, es decir, la labor realizada por la Institución castrense iba más allá de solo la defensa integral de la Nación, se perfilaba como la institución capaz de crear entre la ciudadanía un cumulo de sentimientos y de razones que harían exaltar el patriotismo y el respeto por la patria, con lo cual, los habitantes del país tendrían en sus manos el defender, custodiar y trabajar por Venezuela.
Cabe citar un punto fundamental dentro de este espacio, el cual refiere el Coronel Marcos Pérez Jiménez en su discurso al Congreso en su Sesión Ordinaria el 25 de abril de 1954 y es lo siguiente: “Dentro del plan de organización de las Fuerzas Armadas Nacionales y, específicamente, en la labor tendiente a la formación y al sistemático perfeccionamiento de sus Oficiales, se destacan la creación de las Escuelas Básica y Superior de dichas Fuerzas. La Escuela Básica tiene por finalidades la de preparar alumnos para las Escuelas de las Fuerzas y la de formar Oficiales de Reserva. La preparación de los alumnos para las Escuelas cooperara al logro del propósito trascendente de unificación de las Fuerzas Armadas, y la formación de Oficiales de Reserva contribuirá a satisfacer la necesidad del fortalecimiento integral de la Nación. En la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, que es el máximo instituto docente de éstas, se amplían los conocimientos sobre las cuestiones privativamente militares y se hacen estudios acerca de la estructura general de la Nación en todo aquello que permita tener un concepto preciso de su verdadera potencialidad, por lo cual el funcionamiento de este Instituto constituye un acontecimiento muy importante en la historia militar del país y de extraordinario interés para el afianzamiento de la vida institucional de la República”. (Pérez Jiménez, 1954)
De aquí emanan los hombres capaces de dar seguridad a la Nación y de dar consecución a los altos intereses de la patria, es por ello que, la organización institucional de las Fuerzas Armadas Nacionales, cumplen un papel fundamental dentro del ideario nacionalista del gobierno del Coronel Marcos Pérez Jiménez puesto que son estas quienes van a preservar, y a dirigir, los intereses nacionales y darle sustento al Estado y a las Instituciones públicas.
Ya para el año 1955 estuvo previsto la incorporación de un destructor pesado y dos medianos (enmarcado en el Proyecto Nueva Esparta), pero estos no fueron entregados en los plazos previstos, sin embargo, se crearon más escuelas e instituciones dependientes de las Fuerzas Armadas Nacionales para la instrucción de sus componentes, es por ello que, en el discurso efectuado ante el Congreso Nacional, en su Sesión Ordinaria en 1956, el General Marcos Pérez Jiménez enuncia lo siguiente: “El Ministerio de la Defensa creó la Escuela de Auxiliares de Oficina y Administración, la Escuela de Suboficiales Profesionales de las Fuerzas Aéreas y la Escuela de Aplicación de las Fuerzas Armadas de Cooperación. Así mismo, en colaboración con el Ministerio de Educación, el Liceo Militar “Gran Mariscal de Ayacucho”. Se enviaron al exterior para cursar estudios diversos a 124 oficiales, 197 suboficiales de carrera y 152 individuos de tropa. Se realizaron 10 cursos de perfeccionamiento para oficiales, en los siguientes institutos: Escuela Superior de las Fuerzas Terrestres; Escuela de Aplicación de las Fuerzas Navales, y en la Escuela de Aplicación de las Fuerzas Aéreas. A estos cursos concurrieron 224 oficiales”. (Pérez Jiménez, 1956)
¿Pero a todas estas, en que teoría se enmarcó el Nuevo Ideal Nacional? La idea de gobierno se encuadró en la Teoría del Realismo Político, enunciada por Hans Morgentau en su libro Política entre las Naciones (1948) y cuyo rasgo principal es el concepto de interés, definido en términos de poder, que infunde un orden racional al objeto de la política, y de ese modo hace posible la comprensión teórica de la misma, por ende, el realismo asume que el interés definido como poder es una categoría objetiva universalmente válida, pero no con una definición fijada de una vez y para siempre, el poder es el control del hombre sobre el hombre, el realismo político es consciente del significado moral de la acción política. Es también consciente de la tensión entre el control moral y las exigencias de la acción política eficaz. Por lo tanto, el realismo no es inmoral, sino que su objeto de estudio no es la moral, el realismo político se rehúsa a identificar las aspiraciones morales de una nación en particular con las leyes que gobiernan el universo. Es el concepto de interés definido en términos de poder lo que nos salva de los excesos morales y la torpeza política. En base a lo anteriormente expuesto sobre el realismo, el Nuevo Ideal Nacional enuncia que: “Venezuela fue una vez pionera de ideales y realizaciones en América; las hazañas libertadoras de sus hijos asombraron al mundo; Bolívar, el de mayor personalidad, logró dar fisonomía de Naciones a las colonias que ocupaban la mitad del continente; su ejemplo sirvió de guía a otros, y quienes con mayor denuedo lo secundaron en la gesta, también venezolanos, pusieron de realce el gentilicio tanto en los campos de batalla como en las primarias organizaciones de las Repúblicas que constituyeron. Donde no llego el brazo del guerrero, se hizo presente la mente del intelectual, del estadista. Venezuela tenía sobradas razones para sentirse orgullosa de sus hijos”.
Es evidente que la política basada en la doctrina del Nuevo Ideal Nacional buscaba hacer de Venezuela una potencia influyente en el hemisferio, a raíz de la tradición histórica que la caracterizó, al libertar sus ejércitos a 5 naciones latinoamericanas y, al ser una pieza fundamental dentro del ajedrez continental, el gobierno del General Pérez Jiménez logró, en 5 años, consolidarse de esa forma en todos los ámbitos y eso es lo que conllevó a su derrocamiento por parte de las acciones del Departamento de Estado de los Estados Unidos, al financiar y apoyar a los partidos que hacían vida en Venezuela, más aún cuando, en el contexto de la celebración de la Conferencia de Panamá de 1956, en la que el Presidente Pérez Jiménez invita a todas las naciones a crear un fondo de ayuda para América Latina, que comprendiera una parte del presupuesto de cada Nación integrante, los Estados Unidos no quisieron participar de ese fondo y se retiraron de la conferencia, a partir de ahí se catalogó al Presidente Pérez Jiménez como dictador y demás adjetivos que se le pusieron.
La Fundamentación de la Política Exterior del gobierno del Nuevo Ideal Nacional se puede enmarcar de la siguiente forma:
A. Nacionalismo:
I. Organización del poder militar y seguridad nacional.
II. Posesión de recursos económicos
B. Geopolítica:
“La acción de gobierno se fundamenta en el estudio y comprensión de las condiciones geográficas con las cuales fue dotado el territorio nacional, en los ingentes recursos naturales y en nuestras tradiciones históricas”. Discurso de clausura de la “Semana de la Patria” (1954).
C. Industrialización:
Influencia de las políticas de la CEPAL en los años cincuenta y del contenido teórico del Nuevo Ideal Nacional por ende se lleva a la creación de industrias básicas como la Siderúrgica del Orinoco, la explotación hidroenergica del Rio Caroní en la región de Guayana, y la Industria Petroquímica Nacional (Morón) . También destacar el desarrollo de Energía Nuclear.
La Política Exterior de Venezuela hacia otras naciones fue de la siguiente forma:
A. Venezuela-EE.UU:
I. Tratado de Reciprocidad Comercial 1952.
II. Inversión Norteamericana.
III. Concesiones Petroleras.
IV. Explotación del Hierro.
B. Venezuela- Colombia:
I. Recuperar los territorios entregados por López Contreras por medio del Tratado de Límites de 1941 y redefinir los límites fronterizos terrestres y acuáticos.
II. Creación de semibloques de alianza contra Colombia por ser el principal adversario político y estratégico.
C. Venezuela-Centroamérica:
I. Internacional de las Espadas vs Legión del Caribe
D. Venezuela- Caribe:
I. Desarrollo de un proyecto económico hacia Curazao, Aruba y Bonaire.
E. Venezuela-Guyana:
I. Recuperar el Esequibo por medio de cualquier vía, sobretodo la militar, debido al status que mantiene el diferendo con esa antigua colonia británica.
F. Resto de América Latina:
I. Unidad Continental.
II. Creación de Fondo Interamericano para la ayuda reciproca planteado en Panamá en 1956.
III. Venezuela como faro y vanguardia de la unidad continental y de la preservación del desarrollo latinoamericano.
Además de la recuperación total de los territorios perdidos o usurpados por potencias extranjeras enmarcado dentro del Plan de la Cuadratura del Mapa, que pretendía hacer que Venezuela volviera al plano territorial de la Real Cédula de 1777 que la conformaba como Capitanía General y que comprendía un territorio de 1.075.945 km2.
También el desarrollo de la Energía Nuclear como un factor de potenciar la autonomía como Estado e integrarse al “club”, por así decirlo, de los países con desarrollo de la energía atómica, el Presidente Pérez Jiménez años más tarde diría: “Con la colocación de un Reactor Atómico de gran potencia en la zona de la gran sabana, que nos permitiría una serie de realizaciones avanzadas para fines pacíficos de la utilización del átomo, y también la posibilidad de fabricar armas atómicas secundarias. Comprendo que esto quizás nos hubiera creado el inconveniente de no haber podido suscribir con facilidad cualquier convenio de desnuclearización de la América Latina.” Frente a la Infamia Marcos Pérez Jiménez, pág. 63, y es que todo país que posea este mecanismo de energía, ha logrado desarrollarse y encuadrarse en los avances técnicos y tecnológicos en todos los ámbitos, lo cual hubiese logrado que Venezuela hoy fuera una potencia media, como lo es Israel por ejemplo, y fuéramos una Nación más influyente en el concierto internacional.